Witkoff, enviado de Trump, llega a Moscú a 48 horas del final del ultimátum de la Casa Blanca

<p>El negociador de Donald Trump,<strong> Steve Witkoff,</strong> ha llegado a Moscú para mantener una reunión clave: la que tiene que convencer a <strong>Vladimir Putin </strong>de aceptar un alto el fuego total en Ucrania (cosa que no ha sucedido desde que comenzó este esfuerzo negociador en enero) antes de que termine el plazo de su ultimátum. Se ha publicado un vídeo de Witkoff por las calles de Moscú acompañado de Kiril Dimitriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia y uno de los negociadores de confianza de Putin. </p>

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 Trump ha amenazado a Putin con sanciones directas y secundarias, dirigidas estas últimas contra quienes compren petróleo o gas a Rusia  

El negociador de Donald Trump, Steve Witkoff, ha llegado a Moscú para mantener una reunión clave: la que tiene que convencer a Vladimir Putin de aceptar un alto el fuego total en Ucrania (cosa que no ha sucedido desde que comenzó este esfuerzo negociador en enero) antes de que termine el plazo de su ultimátum. Se ha publicado un vídeo de Witkoff por las calles de Moscú acompañado de Kiril Dimitriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia y uno de los negociadores de confianza de Putin.

El tiempo corre en contra de Moscú. Este viernes, si no hay ningún movimiento por parte del Kremlin, será Trump el que tenga que mover ficha con una batería de sanciones directas y secundarias a aquellos que compren gas o petróleo a Rusia. De momento, Trump ha amenazado varias veces, pero nunca ha actuado contra Rusia en lo que llevamos de proceso negociador.

Algunas fuentes cercanas al Kremlin creen que Putin va a seguir ofreciendo alternativas a ese alto el fuego, pero sin aceptarlo en su totalidad, para ganar tiempo y no contrariar a Trump. El recurso del Kremlin sería ofrecer una tregua aérea, es decir, dejar de atacar con misiles y drones. Este gesto, que puede tener su importancia en un momento en el que Moscú golpea cada noche las ciudades ucranianas y a sus civiles con misiles balísticos y cientos de drones, dejaría en cambio fuera de la ecuación la larguísima línea del frente, donde según Trump, mueren miles de soldados cada semana.

Desde el mes de enero, Rusia ha mantenido peticiones maximalistas (e imposibles de aceptar) sobre la cesión de territorios ucranianos, incluso algunos que no han sido conquistados por Rusia, además de su futura neutralidad ante la OTAN y una celebración de elecciones, ya que Moscú considera a Zelenski un «gobernante ilegítimo». Lo único que ha conseguido avances tangibles es el intercambio de prisioneros. El resto de cuestiones se han atascado en la retórica rusa y en los juegos dilatorios del Kremlin.

En paralelo, Keith Kellogg, el enviado de Trump para Ucrania, negociará con la contraparte ucraniana desde Kiev.

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