<p class=»ue-c-article__paragraph»><i>La aplastante victoria del candidato democrático, </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/edmundo-gonzalez.html» target=»_blank»><i><strong>Edmundo González Urrutia</strong></i></a><i>, ha forzado la dimisión inmediata de </i><a href=»https://www.elmundo.es/e/ni/nicolas-maduro.html» target=»_blank»><i><strong>Nicolás Maduro</strong></i></a><i> ante el clamor del pueblo y el repudio de las Fuerzas Armadas, tras la huida a </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/cuba.html» target=»_blank»><i>Cuba</i></a><i> y </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/rusia.html» target=»_blank»><i>Rusia</i></a><i> de los generales cómplices de la revolución. Miles de ciudadanos han tomado las cárceles y abierto sus puertas para que los presos políticos recuperen la libertad. Presidentes y cancilleres del continente viajan a Caracas para respaldar al Gobierno provisional, encabezado por el diplomático y su vicepresidenta, </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/05/31/683b432fe4d4d8f4508b4571.html» target=»_blank»><i><strong>María Corina Machado</strong></i></a><i>. También en aviones, pero en su mayoría atravesando las fronteras terrestres con </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/colombia.html» target=»_blank»><i>Colombia</i></a><i> y </i><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/brasil.html» target=»_blank»><i>Brasil</i></a><i>, los venezolanos de la diáspora comienzan a regresar para unirse al júbilo reinante. Organismos internacionales ya estudian cómo ayudar al país destruido por la corrupción. La transición ha comenzado.</i></p>
El país ha pasado de ser uno de los más ricos de la región a transformarse en un estado con sus servicios públicos destruidos, con salarios y pensiones ínfimas, con la moneda devaluada y con la inflación adueñada de la economía
La aplastante victoria del candidato democrático, Edmundo González Urrutia, ha forzado la dimisión inmediata de Nicolás Maduro ante el clamor del pueblo y el repudio de las Fuerzas Armadas, tras la huida a Cuba y Rusia de los generales cómplices de la revolución. Miles de ciudadanos han tomado las cárceles y abierto sus puertas para que los presos políticos recuperen la libertad. Presidentes y cancilleres del continente viajan a Caracas para respaldar al Gobierno provisional, encabezado por el diplomático y su vicepresidenta, María Corina Machado. También en aviones, pero en su mayoría atravesando las fronteras terrestres con Colombia y Brasil, los venezolanos de la diáspora comienzan a regresar para unirse al júbilo reinante. Organismos internacionales ya estudian cómo ayudar al país destruido por la corrupción. La transición ha comenzado.
La crónica por escribir resume lo que pudo haber sido y no fue porque la revolución bolivariana eligió la vía de la represión salvaje para impedir el triunfo democrático en las urnas. El terror se impuso a la esperanza, a sangre y fuego. En los doce meses transcurridos, la mayoría de los venezolanos ha fantaseado con esa nueva era, que para su desgracia no llegó.
«Venezuela, a estas alturas, sería otra, completamente diferente. En todo sentido. En lo económico, en lo social, en lo político, en lo internacional. Hoy Venezuela estaría transitando un avance sin precedentes hacia el siglo XXI. Y lo digo así porque el chavismo, que es barbarie, nos ha llevado de vuelta al siglo anterior», resume para EL MUNDO el politólogo Walter Molina, quien no hubiera dudado desde su exilio argentino en viajar de inmediato a su país para echar una mano.
«Yo no pude ver de nuevo a mi papá y a mi abuela, que murieron. Tampoco conozco a mi sobrina. Y esa es la realidad de muchos venezolanos. De muchísimos», añade Molina.
De los nueve millones de venezolanos que huyeron del chavismo durante un cuarto de siglo, ¿Cuántos regresarían durante el primer año? «Eso difícil saberlo, el cambio político no es el único factor que impulsaría el retorno. Otros elementos, como la seguridad económica y jurídica, la reconstrucción institucional y el acceso a servicios que garantizan una vida digna también juegan un papel fundamental. A esto se suma que muchas personas han formado familias fuera del país», responde para este periódico la experta María Gabriela Trompetero.
Pero por otro lado, la tan ansiada libertad abriría las puertas a todos aquellos que por temor a ser detenidos permanecen en el exilio. «Sin duda habríamos observado un aumento significativo en los flujos de retorno, tanto permanentes como temporales, y en las visitas a Venezuela, marcando un primer paso en la reconstrucción de los vínculos rotos por la crisis y el exilio», vaticina Trompetero.
Venezuela permanece en el corazón de sus gentes, en cuyos genes no había sitio para la emigración. Hoy es un factor fundamental en la vida de casi todas las familias. «No existe en el mundo un país que tenga un potencial tan brutal como Venezuela. Por un lado, por sus recursos, pero además es un país con mucho talento humano, la calidad de sus estudiantes es superlativa. Tras esa sangría producida en Venezuela, ese capital humano es muy valioso y dibuja sus posibilidades por encima de esa maravillosa dotación de recursos energéticos y minerales», subraya Carmen Beatriz Fernández, consultora y especialista en cyberpolítica.
La Constitución marca que el presidente elegido en las urnas accedería al poder el 10 de enero, el día en que Maduro se auto coronó por la fuerza bruta. Pero de no haber sido así, una amplia coalición de los partidos democráticos y de la sociedad civil gobernaría incluso desde antes, con Edmundo en la presidencia y con Machado en la vicepresidencia. Las primeras medidas hubieran dejado clara la apertura en todos los sentidos y las bases para la esperada recuperación económica y social. Así estaba preparado.
Eso sí, la tarea sería titánica. Venezuela ha pasado de ser uno de los países más ricos de la región, con las mayores reservas planetarias de petróleo, las primeras de gas en América Latina, con oro, con muchos minerales a transformarse en un país con sus servicios públicos destruidos, con salarios y pensiones ínfimas, con su moneda tantas veces devaluada, con la inflación adueñada de la economía.
«Con Maduro fuera y restablecido el Estado de derecho, estuvieran llegando inversiones petroleras y el nivel de vida estuviera subiendo quizá bastante rápido. Es razonable pensar que se pudieran alcanzar los 3,5 millones de barriles diarios que recibió Hugo Chávez en un plazo de 5 años. Siempre he pensado que Venezuela debiera ponerse como meta alcanzar los 10 millones de barriles en 10 ó 12 años (actualmente no llegan al millón). Seríamos la Noruega o el Catar de Sudamérica en calidad de vida», avizora para este periódico, con datos bien fundados, el economista José Noguera.
Como si varias explosiones nucleares hubieran destruido sus infraestructuras. Como si la cueva de Alí Babá se hubiera ampliado para miles de ladrones. Venezuela ha sufrido el mayor expolio de la Historia, entre 500.000 y 600.000 millones de dólares, según distintos expertos. Uno de los periodistas que se ha encargado de contar al mundo semejante corruptela es Roberto Deniz, que acaba de recibir con el portal armando.info el premio de la Fundación Gabriel García Márquez. «Lo robado es algo colosal», asegura a EL MUNDO tras repasar sólo algunos de los escándalos del cuarto de siglo del chavismo. Gracias a sus investigaciones, el presunto testaferro y ministro estrella de Maduro, Alex Saab, acabó en una cárcel estadounidense, aunque posteriormente obtuvo la libertad gracias a la diplomacia de rehenes que practica el Gobierno de Maduro.
«En Venezuela está todo por hacer. Cuando María Corina Machado dice que Venezuela es el negocio del siglo, del billón de dólares, no exagera. El inicio de todo eso lo estaría llevando hoy el Gobierno de González Urrutia, pero además de eso un gobierno de reconciliación que viene dado por su carácter conciliador. Fue una oportunidad perdida por el oficialismo. Pero todavía puede ser en algún momento, ese día llegará», añade Fernández convencida.
La amnistía de los presos políticos hubiera sido la primera medida de gracia del nuevo Gobierno. «Ese proceso sería tan complejo como gratificante para todos los actores del país y de la región. Venezuela podría marcar un hito en la historia occidental con un proceso en distintas direcciones, con políticas para la reinserción de todos los compañeros, para que todos los liberados puedan retomar su vida. Y con un programa de salud mental para todos, lo digo por experiencia propia: estar preso genera tales dificultades emocionales que deben ser atendidas por profesionales», explica a EL MUNDO Juan Requesens, dirigente político encarcelado durante dos años en el Helicoide y tres en arresto domiciliario. La revolución hizo público un vídeo tras ser drogado y torturado por los agentes de Maduro.
Según las investigaciones del Foro Penal, en la actualidad continúan encarcelados 853 prisioneros políticos en las mazmorras del presidente de facto. En el país que no fue no sólo serían libres, también formarían parte de su reconstrucción humana.
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