<p>Definitivamente, el tiempo es relativo. Y la prueba es Richard Gere. Casi 45 años después de que él y su traje de Armani se convirtieran en mito en <i>American Gigolo</i>, ahí sigue. Perfectamente idéntico a sí mismo. Se diría que inmutable. Ahora regresa de la mano de, precisamente, Paul Schrader, el mismo director de aquel tótem de principios de los 80 que hizo de él la estrella planetaria que es. <i><strong>Oh Canadá</strong></i> es el título de la película basada en la última novela de Russell Banks en la que el intérprete de 75 años da vida a un director de cine al final de su vida. Gere habla bajito, pero claro; salpimienta la conversación con palabras en español, y no duda en declararse fan de la tierra de su mujer en la que ahora mismo reside. «De España me gusta todo».</p>
Casi medio siglo después de ‘American Gigolo’, el actor, que vive en España, se vuelve a poner a las órdenes de Paul Schrader para exhibirse al borde la muerte en ‘Oh Canadá’
<p>Definitivamente, el tiempo es relativo. Y la prueba es Richard Gere. Casi 45 años después de que él y su traje de Armani se convirtieran en mito en <i>American Gigolo</i>, ahí sigue. Perfectamente idéntico a sí mismo. Se diría que inmutable. Ahora regresa de la mano de, precisamente, Paul Schrader, el mismo director de aquel tótem de principios de los 80 que hizo de él la estrella planetaria que es. <i><strong>Oh Canadá</strong></i> es el título de la película basada en la última novela de Russell Banks en la que el intérprete de 75 años da vida a un director de cine al final de su vida. Gere habla bajito, pero claro; salpimienta la conversación con palabras en español, y no duda en declararse fan de la tierra de su mujer en la que ahora mismo reside. «De España me gusta todo».</p>
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