¿Qué es el Comando Vermelho y cómo opera en Río de Janeiro?

<p>En 2009, el cantante de funk brasileño MC Orelha dedicó una canción a una de las organizaciones criminales más poderosas de<a href=»https://www.elmundo.es/internacional/brasil.html»> Brasil</a>. En ella describía cómo opera el <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/10/29/69024bc6e4d4d83c2c8b45c0.html»>Comando Vermelho</a>: «En la Franja de Gaza solo hay hombres bomba, en la guerra es todo o nada. Múltiples armas de titanio en el pecho, chaleco antibalas». Los versos del cantante, que combinan referencias al conflicto de Oriente Próximo y la violencia en las favelas, resumen la realidad de una guerra urbana que, más de una década después, sigue marcando la vida en Río de Janeiro.</p>

Seguir leyendo

 Así surgió la organización criminal que desató una operación policial que acabó con casi 150 civiles muertos y cuatro policías  

En 2009, el cantante de funk brasileño MC Orelha dedicó una canción a una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil. En ella describía cómo opera el Comando Vermelho: «En la Franja de Gaza solo hay hombres bomba, en la guerra es todo o nada. Múltiples armas de titanio en el pecho, chaleco antibalas». Los versos del cantante, que combinan referencias al conflicto de Oriente Próximo y la violencia en las favelas, resumen la realidad de una guerra urbana que, más de una década después, sigue marcando la vida en Río de Janeiro.

Este martes, una operación policial contra el Comando Vermelho se cobró la vida de casi 150 civiles y cuatro policías, además de decenas de detenidos y un arsenal de armas incautadas. La «Operación Contención», que movilizó a más de 2.500 agentes, convirtió -una vez más- los complejos del Alemão y de la Penha en un escenario de combates urbanos, con calles bloqueadas, autobuses desviados y escuelas cerradas.

El Comando Vermelho (CV) es una organización criminal brasileña originada en el sistema penitenciario de Río de Janeiro en la década de 1970. Considerada una de las facciones más antiguas y poderosas del país, actúa principalmente en el tráfico de drogas, armas y otras actividades ilícitas. A diferencia de un grupo con liderazgo centralizado, el CV funciona como una red descentralizada compuesta por distintos donos do morro -los líderes locales- que controlan territorios dentro de las favelas.

Su estructura tiene varios niveles jerárquicos. Los frentes son responsables de los puntos de venta de drogas, los gerentes administran las finanzas y los soldados y vapores ejecutan las órdenes en las calles cariocas. La organización se financia mediante el narcotráfico, la extorsión y actividades paralelas como el jogo do bicho, una lotería popular ilegal que también sirve para blanquear dinero. Parte de los recursos se destina a un fondo común que apoya a los miembros presos y a sus familias, reforzando su control social en comunidades donde el Estado tiene poca o nula presencia.

En paralelo, el Comando Vermelho mantiene un sistema de justicia propio, conocido como tribunal del crimen, mediante el cual se juzga y sanciona tanto a miembros que incumplen las normas internas como a personas acusadas de delitos -desde conflictos internos hasta denuncias planteadas por la comunidad- fuera del marco legal del Estado. Este sistema incluye audiencias en las que se escuchan testigos y se dictan sentencias que pueden llegar hasta la ejecución, con mecanismos de coerción y castigo propios.

Bajo el lema «paz, justicia y libertad», el Comando Vermelho surgió en la prisión Cândido Mendes, en la isla de Ilha Grande, a finales de los años setenta. La cárcel, conocida como el infierno de Ilha Grande o Calderón del infierno, era conocida por la superpoblación, la escasez de alimentos, las malas condiciones higiénicas y temperaturas que en verano superaban los 50 grados.

Durante la dictadura militar brasileña, cuando el régimen decidió mezclar a presos políticos con delincuentes comunes con el objetivo de despolitizar a los militantes, la medida tuvo el efecto contrario y los presos políticos enseñaron a los delincuentes a organizarse y resistir.

William da Silva Lima, conocido como Profesor y uno de los fundadores del CV, describió en su libro 400 contra uno que dentro de aquella cárcel «lo único que quedaba era organizarse o morir». De esta idea surgió la Falange Vermelha, que después pasó a ser el Comando Vermelho, haciendo referencia a la sangre derramada en prisión.

En la siguiente década, con la expansión del tráfico de cocaína, el CV convirtió el narcotráfico en su principal fuente de ingresos. Desde las favelas de la zona norte de Río -Alemão, Penha, Jacarezinho- se estructuró un modelo descentralizado en el que cada responsable controla su territorio con autonomía, gestionando puntos de venta, finanzas y armamento.

Actualmente, el Comando Vermelho controla más del 50% de las zonas dominadas por facciones criminales en la región metropolitana de Río de Janeiro, pero su influencia se ha extendido mucho más allá. Mantiene presencia en al menos 25 estados brasileños, con especial fuerza en las regiones Norte y Nordeste. Allí opera a través de redes de franquicias, donde líderes locales gestionan el tráfico de drogas y armas, y disputan rutas estratégicas en la Amazonía con otras organizaciones, como el Primeiro Comando da Capital (PCC) de São Paulo.

En el plano internacional, el Comando Vermelho ha establecido conexiones con carteles de drogas de países vecinos -principalmente Colombia y Bolivia- y ha intentado acceder a mercados europeos y estadounidenses. Aunque su acción fuera de Brasil es indirecta, mantiene alianzas con grupos criminales locales para facilitar el tráfico y el lavado de dinero.

 Internacional