<p>Estados Unidos ha anunciado su decisión de <strong>retirar tropas de Rumanía</strong>. De llevar a cabo un «<strong>ajuste</strong>», según afirman las autoridades estadounidenses, que sostienen que la decisión «no es un signo de compromiso reducido» con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Pero lo cierto es que la medida se produce en plena escalada de las provocaciones de Rusia en el flanco este de la Alianza y de la Unión Europea. También en el propio país rumano. Y es una muestra muy reveladora de lo que va a ocurrir en un futuro inmediato. </p>
Sostiene que se trata sólo de un «ajuste» y afirma que «no es un signo de un compromiso reducido» con la Alianza. La decisión, sin embargo, marca el camino que el país quiere seguir en el futuro inmediato
Estados Unidos ha anunciado su decisión de retirar tropas de Rumanía. De llevar a cabo un «ajuste«, según afirman las autoridades estadounidenses, que sostienen que la decisión «no es un signo de compromiso reducido» con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Pero lo cierto es que la medida se produce en plena escalada de las provocaciones de Rusia en el flanco este de la Alianza y de la Unión Europea. También en el propio país rumano. Y es una muestra muy reveladora de lo que va a ocurrir en un futuro inmediato.
«Es la consecuencia de las nuevas prioridades, del giro de Washington hacia la región del Indo-Pacífico«, ha asegurado el ministro de Defensa de Rumanía, Ionut Mosteanu, que ha adelantado la información. «Estados Unidos detendrá la rotación en Europa de una brigada que tenía elementos en varios países de la OTAN», ha añadido en declaraciones recogidas por la agencia AP.
Las propias fuerzas armadas estadounidenses confirmaron posteriormente la decisión, incidiendo al mismo tiempo que el país mantiene su compromiso con la Alianza. Insisten, además, que la presencia estadounidense seguirá siendo superior a la que existía antes del inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero lo cierto es que lo apuntado por Mosteanu coincide exactamente con lo que, ya el año pasado, adelantó la Administración Trump: que Europa ya no es una prioridad para Estados Unidos, y que en adelante centrarán su atención en China y en la región del Indo-Pacífico.
La menor aportación de tropas estadounidenses, cuya presencia en Europa rozaba hasta ahora los 100.000 soldados, amenaza con dar más motivos a Vladimir Putin para seguir provocando a la UE. En las últimas semanas se han multiplicado las incursiones de aviones y drones en territorio de la OTAN, lo que ha obligado a la Alianza a desplegar cazas.
Pero no sólo esto. También se han producido perturbaciones en aeropuertos como el de Copenhague así como en el de Vilna, que esta misma semana ha tenido que cerrar durante tres noches después de que globos meteorológicos enviados desde Bielorrusia invadieran el espacio aéreo de Lituania. Este tipo de aeronaves no tripuladas son habitualmente utilizadas para el contrabando de cigarros entre ambos países, pero su uso por parte del país aliado de Rusia se ha disparado en los últimos días con, aparentemente, otros fines.
El inicio del proceso de retirada de Estados Unidos llega, además, cuando Europa todavía no está ni mucho menos preparada para asumir su propia Defensa. O, al menos, de sustituir totalmente al ejército estadounidense. La UE sigue debatiendo programas, ni siquiera ha sido capaz de decidir cómo va a financiar a Ucrania y algunos países ni siquiera parecen conscientes de lo que realmente ocurre en Europa. Algunos, o más concretamente, España, que se niega a elevar el gasto en Defensa más allá del 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a pesar de las reiteradas llamadas de atención de Trump; del secretario general de la OTAN, Mark Rutte; o de muchos de los países que más amenazados están por Rusia.
Lo más inminente en Europa en el ámbito de Defensa es decidir si hace uso de los activos rusos congelados en Euroclear, una compañía de compensación y liquidación de valores financieros con sede en Bruselas. Aquí se acumulan hasta 185.000 millones en liquidez que la Comisión quiere utilizar para realizar un préstamo de reconstrucción al país ucraniano.
El primer ministro de Bélgica, Bart de Wever, está ofreciendo mucha resistencia porque teme que Putin acuda a las cortes internacionales para exigir la devolución de esa liquidez y demande al país, además de atacar a las compañías belgas. Pero muchos países y, sobre todo, la Comisión sostiene que ésta sigue siendo la principal vía para financiar a Ucrania. Y siempre recuerdan: este país es «la primera línea de defensa de Europa«. Ahora, con una menor presencia estadounidense, todavía más.
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