Detenidos cuatro trabajadores de una revista por una caricatura de Mahoma que ha desatado graves enfrentamientos en Estambul

<p>Una turba de cientos de personas asaltaron las oficinas de la revista satírica turca <i>Leman </i>en Estambul, por<strong> una caricatura crítica con la guerra de Gaza</strong> que ha sido interpretada como una ilustración del profeta Mahoma, figura sagrada cuya representación está prohibida en el Islam. En un acto organizado por grupos islamistas, una muchedumbre se acercó a la principal oficina y centro cultural de la publicación, situada en el corazón de la ciudad, lanzando objetos y entrando al edificio en busca de los trabajadores de la publicación. Lejos de condenar el ataque, las autoridades turcas han criticado la caricatura y <strong>detenido a cuatro trabajadores de </strong><i><strong>Leman</strong></i>-entre ellos el autor de la ilustración- calificando la operación policial como «captura».</p>

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 La revista asegura que el dibujo no es del profeta y denuncia un intento de criminalizar su publicación  

Una turba de cientos de personas asaltaron las oficinas de la revista satírica turca Leman en Estambul, por una caricatura crítica con la guerra de Gaza que ha sido interpretada como una ilustración del profeta Mahoma, figura sagrada cuya representación está prohibida en el Islam. En un acto organizado por grupos islamistas, una muchedumbre se acercó a la principal oficina y centro cultural de la publicación, situada en el corazón de la ciudad, lanzando objetos y entrando al edificio en busca de los trabajadores de la publicación. Lejos de condenar el ataque, las autoridades turcas han criticado la caricatura y detenido a cuatro trabajadores de Leman-entre ellos el autor de la ilustración- calificando la operación policial como «captura».

En los vídeos del ataque aparecen cientos de personas lanzando objetos contra el edificio, rompiendo la puerta y adentrándose en la oficina gritando «o morimos nosotros o muerte ellos», «ojo por ojo, diente por diente» y «este edificio va a arder». Pese a la fuerte presencia policial, las autoridades no impidieron que la muchedumbre se adentrara en el edificio e incluso atacara a gente sentada en las terrazas de la zona, una concurrida calle de ocio del centro de Estambul.

«Estaba tomando algo en una mesa en la calle cuando llegaron cientos de personas gritando consignas islamistas. Lo hablé con mis amigos, pensábamos que era una marcha de protesta pero empezaron a lanzar metales, botellas contra Leman y luego fueron a por nosotros porque estábamos bebiendo alcohol», explica a EL MUNDO una joven que se encontraba en el bar Base, frente a la oficina de la revista. «Nos atacaron sin ningún tipo de justificación, tuvimos que salir corriendo mientras la policía no hacía nada», denuncia.

El dueño de un café en la misma calle protegió a varios transeúntes dentro de su local, según describió a este diario. También coincide en denunciar la inacción policial. «No puedo contar la cantidad de veces que cierran esta calle por protestas feministas o LGBT prohibidas, en cambio destrozaron la calle con total impunidad«, relata. Horas después, la policía dispersó a la muchedumbre con gases lacrimógenos. En otra oficina de la revista, en el barrio de Bakirköy, otro grupo enfurecido lanzó objetos contra el edificio. La policía también dispersó al grupo con disparos al aire.

«El autor de este despreciable dibujo ha sido capturado y detenido. Estos desvergonzados individuos se enfrentarán a la justicia», declaró en una publicación en sus redes sociales el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, adjuntando un vídeo en el que aparecen los trabajadores de Leman esposados y descalzos escoltados por la policía. Entre los detenidos se encuentra el autor del dibujo y los editores de la publicación, acusados por la Fiscalía de «denigrar abiertamente los valores religiosos». Las autoridades también emitieron una orden de arresto contra dos trabajadores que se encuentran en el extranjero.

En la caricatura aparecen dos hombres con alas estrechando las manos mientras ascienden hacia el cielo ante una ciudad masacrada por la guerra y los misiles, un escenario que alude a la guerra en la Franja de Gaza. Uno de ellos dice «Que la paz vaya contigo, yo soy Mohammed» -el mismo nombre que tiene el profeta del Islam Mahoma-, a lo que el otro responde: «Que la paz vaya contigo, yo soy Moisés», un nombre común entre judíos en honor a su profeta.

Durante los incidentes, Leman publicó un comunicado en sus redes sociales, asegurando que su publicación había sido malinterpretada. «El nombre Mohamed es uno de los más utilizados en el mundo por los musulmanes que honran al Profeta. La caricatura no representa al Profeta ni fue elaborada para burlarse de los valores religiosos», señala el comunicado. La revista condenó las interpretaciones «deliberadamente maliciosas» que se han hecho de la publicación y pidió disculpas a los lectores que «fueron víctimas de una provocación».

Las autoridades bloquearon el acceso a la web y las redes sociales de la revista, mientras que la publicación ha recibido una condena unánime de funcionarios del Gobierno y medios de comunicación cercanos al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. «La falta de respeto a nuestras creencias nunca es aceptable», declaró el ministro de Justicia, Yilmaz Tunç. «La caricatura o cualquier otra forma de representación visual de nuestro Profeta no solo socava nuestros valores religiosos, sino también la paz social», aseguró.

La gobernación de Estambul por su parte, ha prohibido las manifestaciones hasta la noche del martes por «cuestiones de seguridad», una práctica habitual en todo el país para evitar las protestas, según denuncian grupos de derechos. El Colegio de Médicos de Turquía (TTB) ha denunciado prácticas de «tortura» contra los trabajadores de Leman detenidos. «El ministro del Interior declara culpables a personas mediante acciones extrajudiciales, alabando los procesos de detención, esposándolos por la espalda y obligándolos a caminar descalzos. ¡Los funcionarios públicos ignoran que estas prácticas de tortura también son delitos», señaló en un comunicado la presidente del TTB, Sebnem Korur Financi.

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