Alemania rompe el tabú con Israel y adopta su primera medida coercitiva por la situación en Gaza

<p><a href=»https://www.elmundo.es/internacional/alemania.html» target=»_blank»><strong>Alemania</strong></a> ha roto por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial un tabú con <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/israel.html» target=»_blank»><strong>Israel</strong></a>. Se ha rebelado contra los planes del Gobierno de Benjamin Netanyahu de <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/08/08/68958720fc6c8374128b4588.html» target=»_blank»>tomar el control de toda Gaza</a>, donde la situación humanitaria adquiere ya dimensiones bíblicas. La presión interna y el temor a verse aislado por los socios europeos no han liberado a los alemanes de la culpa del Holocausto, pero la decisión del canciller, <a href=»https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2025/02/28/67c06ddbe4d4d81a478b459f.html» target=»_blank»><strong>Friedrich Merz</strong></a>, de <strong>suspender este viernes las exportaciones de armas a Israel</strong> tiene un gran simbolismo. Es la primera medida coercitiva de Alemania con Israel, un cambio de política que las fuerzas progresistas -y eso incluye al Partido Socialdemócrata (SPD), socio de la coalición de Gobierno- han acogido con satisfacción. El Comité Central de los Judíos en Alemania, por el contrario, la han condenado.</p>

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 Berlín dejará de autorizar la exportación de material de defensa que pueda utilizarse en Gaza tras la aprobación del plan militar de Netanyahu para tomar el control de la Franja  

Alemania ha roto por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial un tabú con Israel. Se ha rebelado contra los planes del Gobierno de Benjamin Netanyahu de tomar el control de toda Gaza, donde la situación humanitaria adquiere ya dimensiones bíblicas. La presión interna y el temor a verse aislado por los socios europeos no han liberado a los alemanes de la culpa del Holocausto, pero la decisión del canciller, Friedrich Merz, de suspender este viernes las exportaciones de armas a Israel tiene un gran simbolismo. Es la primera medida coercitiva de Alemania con Israel, un cambio de política que las fuerzas progresistas -y eso incluye al Partido Socialdemócrata (SPD), socio de la coalición de Gobierno- han acogido con satisfacción. El Comité Central de los Judíos en Alemania, por el contrario, la han condenado.

El canciller y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) lleva semanas repitiendo que no le gusta lo que ve en Gaza, aunque siempre obviando la crítica directa a las autoridades de Israel y justificando la matanza por la negativa de Hamas a liberar a los rehenes. Los planes de Netanyahu de hacerse con el control total de la Franja, echando por tierra cualquier atisbo de paz para los palestinos, las críticas a esos planes de la oposición israelí y la reacción en cadena y en la misma dirección de la comunidad internacional han dado alas a Berlín.

Merz subrayó en un comunicado de prensa el derecho de Israel a defenderse del terrorismo de Hamas. El canciller afirmó que lo importante es liberar a los rehenes que siguen en manos de Hamas y que debe haber un alto el fuego. Hamas no debe volver a desempeñar ningún papel en Gaza en el futuro.

Esta es la introducción. A continuación, el canciller llega a la conclusión de que, desde el punto de vista del Gobierno federal, la «actuación militar aún más dura», decidida por el gabinete israelí en la Franja de Gaza, hace cada vez menos previsible cómo se van a alcanzar estos objetivos. Por ello, Berlín «no autorizará, hasta nuevo aviso, la exportación de material de defensa que pueda utilizarse en la Franja de Gaza».

Adis Ahmetovi, portavoz de política exterior del grupo parlamentario del SPD, declaró su satisfacción con el anuncio de Merz, pero afirmó que esto sólo puede ser un primer paso. Deben seguir otros. Sería concebible, por ejemplo, una suspensión total o parcial del acuerdo de asociación de la UE con Israel. La evacuación médica, en particular de niños gravemente heridos, también es una opción, según el político del SPD. «Además, las sanciones contra ministros israelíes ya no deben ser un tabú». Hasta ahora, sin embargo, Alemania se ha negado a este tipo de medidas.

La pregunta ahora es el alcance de la suspensión de los envíos de armas susceptibles de ser usados en Gaza. A primeros de junio, el Gobierno informó en una respuesta parlamentaria al partido de Izquierda que los suministros a Israel incluían «entre otras cosas, armas de fuego, munición, piezas de armas, equipo especial para el ejército y la marina, equipo electrónico y tanques especiales». La declaración se refiere al período comprendido entre el 7 de octubre de 2023 y el 13 de mayo de 2025. No se especifican más detalles sobre los equipos de defensa.

Alemania ha sido uno de los principales proveedores de armas de Israel. Sin embargo, las exportaciones de armamento han disminuido considerablemente. De los 485 millones de euros autorizados en exportaciones de armas a Israel en 2023, se pasó a 161 millones en 2024, según datos del Ministerio de Economía. Entre enero y marzo de este año sólo se han autorizado exportaciones de armamento a Israel por valor de 28 millones de euros.

Los expertos en suministros de armas prevén que la suspensión anunciada por Merz tendrá un impacto limitado. Las empresas alemanas son responsables del 30% de las importaciones militares israelíes, explicó Zain Hussain, del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés). La mayor parte de ellas corresponden a equipamiento para la marina. «Alemania se ha comprometido a equipar a Israel con armas, sobre todo con barcos».

Hussain se refirió al profundo apoyo de Alemania a Israel y a las estrechas relaciones en materia de Defensa. Según Hussain, pequeños buques de guerra fabricados en Alemania y equipados con radares y cañones avanzados del tipo Sa’ar han disparado contra objetivos en la Franja de Gaza durante la guerra actual entre Israel y el grupo militante islamista Hamas. Es «muy importante» que Alemania, uno de los aliados más cercanos de Israel, admita sentirse incómoda con la actuación israelí en la Franja de Gaza. «Sin embargo, no creo que eso por sí solo vaya a detener las operaciones de Israel en Gaza, y Israel sigue contando con Estados Unidos como proveedor de armas comprometido», afirmó Hussain.

El vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil (SPD), apoyó la decisión del canciller, que consideró «acertada», pues «el sufrimiento humanitario en Gaza, del que el Gobierno israelí es en gran medida responsable, es intolerable». Añadió que «el Estado de Israel cuenta con toda nuestra solidaridad, pero hay que llamar a las cosas por su nombre», afirmó Klingbeil. En respuesta, Benjamin Netanyahu, ha acusado a Alemania de «premiar el terrorismo de Hamas», informa Efe.

Las críticas también vinieron del Consejo Central de Judíos y de la Sociedad Germano-Israelí (DIG). El presidente del Consejo Central, Josef Schuster, calificó la decisión de «decepcionante» y contradictoria con todas las declaraciones de solidaridad del canciller. La DIG calificó la medida como «una victoria de Hamas en la guerra propagandística global».

Por su parte, la portavoz de relaciones internacionales del grupo parlamentario de izquierda, Lea Reisner, calificó la decisión de «paso largamente esperado» y exigió medidas adicionales, entre ellas la suspensión del acuerdo de asociación con la UE y el reconocimiento de Palestina.

La líder de los Verdes, Franziska Brantner, cree que canciller Merz y su ministro de Asuntos Exteriores, Wadephul, deben ahora abogar con firmeza por un proceso político. «Se necesita una presión seria para poner fin a la guerra y a la catástrofe humanitaria, para la liberación de los rehenes y para una perspectiva política».

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