<p class=»ue-c-article__paragraph»>La represión del régimen de Nayib Bukele la llevó a tomar la decisión más difícil y valiente de su vida: salir de El Salvador. María Castro, de 58 años, dejó atrás a sus tres hijos, el puesto de fruta con el que se ganaba la vida y las pocas pertenencias que tenía en Santa Ana<strong> para poner rumbo a Estados Unidos en busca de una vida mejor</strong>. Con solo 70 dólares en bolsillo, llegó a Guatemala en autobús y siguió a pie hasta la capital mexicana, caminando sola por la carretera durante días. Ya en el DF, logró acogerse al programa CPB One que seguía vigente con el presidente Joe Biden, y <strong>que le permitió entrar a Estados Unidos, con su mochila cargada de sueños</strong>.</p>
La atmósfera de angustia está devolviendo a las sombras a una parte de la comunidad hispana en EEUU, rezando a diario para no ser expulsados del país
<p class=»ue-c-article__paragraph»>La represión del régimen de Nayib Bukele la llevó a tomar la decisión más difícil y valiente de su vida: salir de El Salvador. María Castro, de 58 años, dejó atrás a sus tres hijos, el puesto de fruta con el que se ganaba la vida y las pocas pertenencias que tenía en Santa Ana<strong> para poner rumbo a Estados Unidos en busca de una vida mejor</strong>. Con solo 70 dólares en bolsillo, llegó a Guatemala en autobús y siguió a pie hasta la capital mexicana, caminando sola por la carretera durante días. Ya en el DF, logró acogerse al programa CPB One que seguía vigente con el presidente Joe Biden, y <strong>que le permitió entrar a Estados Unidos, con su mochila cargada de sueños</strong>.</p>
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