La senadora huilense, Esperanza Andrade, habla sobre el rol que cumplirá como coordinadora ponente de la reforma a la salud 2.0. Anuncia que impulsará audiencias para escuchar a la ciudadanía. “La salud no da espera. Hoy la vida de miles de colombianos está en riesgo”, dice. También se refiere a los ataques que ha recibido y al señalamiento que hizo el presidente Gustavo Petro contra su hermano en un consejo de ministros.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Tras el hundimiento de la reforma laboral, los ojos del país están puestos ahora sobre la reforma a la salud 2.0 en el Senado de la República. La senadora Esperanza Andrade Serrano será una de las coordinadoras ponentes de la polémica iniciativa del Gobierno de Gustavo Petro. Aquí está el diálogo que la congresista sostuvo con LA NACIÓN.
¿Cómo recibió la designación como coordinadora ponente de la reforma a la salud 2.0?
Jesús Antonio, es un honor que asumo con profunda responsabilidad y con el corazón puesto en el pueblo colombiano. Agradezco la confianza de la senadora Nadia Blel. Sé que lo que está en juego es la salud de millones de personas, por eso mi compromiso será escuchar a todos, sin sesgos, sin imposiciones, con la mente abierta y con el oído puesto en los ciudadanos. Colombia puede confiar en que ejerceré esta función con responsabilidad, equilibrio y absoluto respeto por la democracia.
¿Qué sigue pensando de esa iniciativa?
Que más allá del articulado, el centro del debate debe ser la gente. Esta reforma debe construirse con las voces de pacientes, usuarios, profesionales de la salud y todos los actores del sistema. Por eso, impulsaremos audiencias y espacios abiertos, porque escuchar a todos es mi prioridad. Una reforma de salud no puede hacerse entre pocos ni desde una visión ideológica. Debe nacer del consenso y del interés superior de proteger la vida.
¿Hay temor que el sistema de salud termine 100% estatizado?
Jesús Antonio, mi preocupación es que hoy los colombianos están esperando atención, medicamentos y soluciones reales. Si el Gobierno quiere demostrar que su interés es la salud del pueblo, debe actuar ya. No basta con proponer reformas. La salud no da espera. Hoy la vida de miles de colombianos está en riesgo. Más que pensar en estatizar, deberíamos pensar en cómo garantizar que el sistema funcione y proteja a los más pobres.
¿Cómo ve la crisis actual relacionada con falta de medicamentos y cierre de centros asistenciales en varias regiones del país?
Es una tragedia que duele profundamente. He escuchado historias de personas que no encuentran medicinas, de centros de salud cerrando, de profesionales que trabajan sin recursos. Esta crisis no puede esperar. El Gobierno Nacional debe dejar de aplazar decisiones urgentes. El flujo de recursos no puede seguir siendo un cuello de botella que condena a los más vulnerables. Es momento de unirnos todos —público, privado, gremios, expertos— y encontrar soluciones ya.
Tras su designación como coordinadora ponente, ¿qué viene ahora? ¿Cuáles son los tiempos en el Congreso de la República?
Mi compromiso es trabajar sin descanso, con rigor y sin cálculos políticos. Desde Semana Santa iniciaremos audiencias, mesas técnicas y espacios de diálogo. No aceptaré presiones ni imposiciones. Lo que buscamos es una reforma pensada desde la realidad de la gente, no desde la lógica de una campaña. Porque con la salud no se hace política.
¿Cuál es el ambiente al interior de la Comisión Séptima del Senado frente a la discusión de esta iniciativa? ¿Puede terminar hundida como la reforma laboral?
Veo un ambiente de estudio serio, de compromiso con el país. Somos conscientes de que estamos discutiendo un tema que toca la vida de todos los colombianos. Vamos a dar garantías, a escuchar, a construir. Si el Gobierno Nacional quiere que esta reforma avance, debe entender que el Congreso de la República no es una notaría, sino un espacio de diálogo democrático.
A propósito de la reforma laboral, ¿Se mantiene firme en que fue la mejor decisión el hundimiento de ese proyecto?
Lo creo con más fuerza cada día. Mi decisión fue honesta, basada en principios y pensando en la gente. Y por eso ha sido respaldada por la gente. Muchos colombianos me han dicho en la calle: “Gracias por pensar en los empleos, por no dejar que se cierren empresas”. Gobernar no es imponer, es escuchar y decidir con sensatez.
¿Le sorprendió la escalada de ataques, incluso desde el propio Gobierno Petro, por el voto negativo?
Me dolió, más que sorprenderme. Pero lo que más me dolió es que muchos de esos ataques se amplificaron gracias a mi gente del Huila, me dolió que surgieran de mi tierra. Si usted revisa los medios nacionales no dieron importancia al hecho, entendieron que era una acción estratégica de retaliación del gobierno, pero en el Huila por interés político salieron a atacarme, incluso muchos de los que me atacaron, saben que soy una mujer honesta y responsable, pero no les importó y eso obviamente genera tristeza. Pero, además, es claro que cada vez que alguien piensa distinto, el Presidente reacciona con descalificaciones, y eso solo profundiza la división del país. Pero, yo no voy a dejar de ejercer mi función por miedo. Estoy aquí para representar con firmeza a los huilenses y a Colombia.
¿Se ha sentido amenazada?
Más que amenazas directas, lo que duele es la forma como se busca estigmatizar, señalar, silenciar. Me han insultado en redes sociales, han querido desprestigiarme. Pero, tengo la conciencia tranquila, porque he actuado con respeto por la ley y con amor por Colombia. Los que me conocen realmente saben de mi responsabilidad e integridad, soy política eso es cierto, pero antes de política soy madre, soy hija, soy creyente e intento ser una buena persona. Y como mujer que soy, debo decirles que soy una política diferente que actúa con responsabilidad y amor por su gente. Por eso me duele el trato de quienes actúan solo con intereses políticos. No es fácil, pero seguiré adelante.

Precisamente, ¿vio como una retaliación la denuncia del presidente Petro en el consejo de ministros contra su hermano ingeniero civil por una obra de infraestructura?
Jesús Antonio, sin duda, fue un acto injusto. Me pregunto: si yo hubiera votado a favor de la reforma laboral, ¿estaríamos hablando de ese contrato? ¿Se habría mencionado en el consejo de ministros? Me duele que se use el poder para atacar a las personas. Es una muestra más de que el Presidente insiste en descalificar a quienes, en ejercicio de nuestro criterio técnico, libertad de conciencia y deber constitucional, archivamos el proyecto de reforma laboral. Por eso, con las senadoras Nadia Blel, Berenice Bedoya, Lorena Ríos y Ana Paola Agudelo dijimos que “nuestro compromiso con el país no se mide por la complacencia al poder, sino por la lealtad a la Constitución y a los ciudadanos que nos eligieron”. Subestima la fuerza de una mujer guiada por sus principios, conocimientos y convicciones.
¿Qué precisiones tiene que hacer frente a lo que se dijo en ese consejo de ministros?
Aunque he dicho que mi labor legislativa no tiene relación con obras o actuaciones de un familiar, pregunto: ¿Si hubiera aprobado el proyecto de reforma laboral, estarían cuestionando la existencia de ese contrato? ¿Lo habrían hecho público en el consejo de ministros? Pero además debo decirles que el contrato a que hacen alusión fue adjudicado en licitación pública, y a un consorcio, no se adjudicó a mi hermano John Jairo, directamente, como algunos insinúan. Solo en eso vemos la intención de dañar y engañar a la gente. Mi hermano aclaró en su momento que lo que hay no son incumplimientos del contratista, sino del fondo contratante. Pero vuelvo y repito: ¿por qué ese contrato solo se volvió noticia, bueno solo en el Huila, después de mi voto? Eso demuestra el interés de hacer daño y los hechos hablan por sí solos.
Aprovecho además para preguntarle por la consulta popular promovida por el presidente Petro, que ya anunció comités por el sí, ¿qué piensa?
Jesús Antonio, veo una intención política muy clara. A unos meses de una campaña electoral, proponer una consulta con un costo de $500 mil millones me parece irresponsable. ¿Cómo vamos a gastar eso cuando la gente no tiene ni acetaminofén en los hospitales? Hay que ser sensatos. Yo siempre priorizaré el bienestar de los colombianos.
Tanto el presidente Petro como el ministro del Interior Armando Benedetti, están casi seguros de que la plenaria del Senado va a aprobar la convocatoria a la consulta popular sobre la reforma laboral, ¿es así?
Es su derecho como Gobierno pensarlo, pero los congresistas no estamos para complacer al poder, sino para representar al pueblo. Analizaremos el proyecto con juicio. Ojalá no haya mermelada ni presiones. Esta debe ser una decisión pensada, no impuesta. Colombia necesita unidad, no más divisiones.
¿Ya tuvo la posibilidad de examinar la minireforma laboral que radicaron los liberales?
Celebro que se abra un nuevo debate. Estoy de acuerdo en mejorar condiciones laborales, pero con equilibrio, cuidando el empleo y protegiendo a los pequeños empresarios. El país necesita propuestas que generen oportunidades reales, sin más desempleo ni informalidad. Ojalá, podamos construir entre todos algo sensato y justo.
La senadora huilense, Esperanza Andrade, habla sobre el rol que cumplirá como coordinadora ponente de la reforma a la salud 2.0. Anuncia que impulsará audiencias para escuchar a la ciudadanía. “La salud no da espera. Hoy la vida de miles de colombianos está en riesgo”, dice. También se refiere a los ataques que ha recibido
La senadora huilense, Esperanza Andrade, habla sobre el rol que cumplirá como coordinadora ponente de la reforma a la salud 2.0. Anuncia que impulsará audiencias para escuchar a la ciudadanía. “La salud no da espera. Hoy la vida de miles de colombianos está en riesgo”, dice. También se refiere a los ataques que ha recibido y al señalamiento que hizo el presidente Gustavo Petro contra su hermano en un consejo de ministros.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Tras el hundimiento de la reforma laboral, los ojos del país están puestos ahora sobre la reforma a la salud 2.0 en el Senado de la República. La senadora Esperanza Andrade Serrano será una de las coordinadoras ponentes de la polémica iniciativa del Gobierno de Gustavo Petro. Aquí está el diálogo que la congresista sostuvo con LA NACIÓN.
¿Cómo recibió la designación como coordinadora ponente de la reforma a la salud 2.0?
Jesús Antonio, es un honor que asumo con profunda responsabilidad y con el corazón puesto en el pueblo colombiano. Agradezco la confianza de la senadora Nadia Blel. Sé que lo que está en juego es la salud de millones de personas, por eso mi compromiso será escuchar a todos, sin sesgos, sin imposiciones, con la mente abierta y con el oído puesto en los ciudadanos. Colombia puede confiar en que ejerceré esta función con responsabilidad, equilibrio y absoluto respeto por la democracia.
¿Qué sigue pensando de esa iniciativa?
Que más allá del articulado, el centro del debate debe ser la gente. Esta reforma debe construirse con las voces de pacientes, usuarios, profesionales de la salud y todos los actores del sistema. Por eso, impulsaremos audiencias y espacios abiertos, porque escuchar a todos es mi prioridad. Una reforma de salud no puede hacerse entre pocos ni desde una visión ideológica. Debe nacer del consenso y del interés superior de proteger la vida.
¿Hay temor que el sistema de salud termine 100% estatizado?
Jesús Antonio, mi preocupación es que hoy los colombianos están esperando atención, medicamentos y soluciones reales. Si el Gobierno quiere demostrar que su interés es la salud del pueblo, debe actuar ya. No basta con proponer reformas. La salud no da espera. Hoy la vida de miles de colombianos está en riesgo. Más que pensar en estatizar, deberíamos pensar en cómo garantizar que el sistema funcione y proteja a los más pobres.
¿Cómo ve la crisis actual relacionada con falta de medicamentos y cierre de centros asistenciales en varias regiones del país?
Es una tragedia que duele profundamente. He escuchado historias de personas que no encuentran medicinas, de centros de salud cerrando, de profesionales que trabajan sin recursos. Esta crisis no puede esperar. El Gobierno Nacional debe dejar de aplazar decisiones urgentes. El flujo de recursos no puede seguir siendo un cuello de botella que condena a los más vulnerables. Es momento de unirnos todos —público, privado, gremios, expertos— y encontrar soluciones ya.
Tras su designación como coordinadora ponente, ¿qué viene ahora? ¿Cuáles son los tiempos en el Congreso de la República?
Mi compromiso es trabajar sin descanso, con rigor y sin cálculos políticos. Desde Semana Santa iniciaremos audiencias, mesas técnicas y espacios de diálogo. No aceptaré presiones ni imposiciones. Lo que buscamos es una reforma pensada desde la realidad de la gente, no desde la lógica de una campaña. Porque con la salud no se hace política.
¿Cuál es el ambiente al interior de la Comisión Séptima del Senado frente a la discusión de esta iniciativa? ¿Puede terminar hundida como la reforma laboral?
Veo un ambiente de estudio serio, de compromiso con el país. Somos conscientes de que estamos discutiendo un tema que toca la vida de todos los colombianos. Vamos a dar garantías, a escuchar, a construir. Si el Gobierno Nacional quiere que esta reforma avance, debe entender que el Congreso de la República no es una notaría, sino un espacio de diálogo democrático.
A propósito de la reforma laboral, ¿Se mantiene firme en que fue la mejor decisión el hundimiento de ese proyecto?
Lo creo con más fuerza cada día. Mi decisión fue honesta, basada en principios y pensando en la gente. Y por eso ha sido respaldada por la gente. Muchos colombianos me han dicho en la calle: “Gracias por pensar en los empleos, por no dejar que se cierren empresas”. Gobernar no es imponer, es escuchar y decidir con sensatez.
¿Le sorprendió la escalada de ataques, incluso desde el propio Gobierno Petro, por el voto negativo?
Me dolió, más que sorprenderme. Pero lo que más me dolió es que muchos de esos ataques se amplificaron gracias a mi gente del Huila, me dolió que surgieran de mi tierra. Si usted revisa los medios nacionales no dieron importancia al hecho, entendieron que era una acción estratégica de retaliación del gobierno, pero en el Huila por interés político salieron a atacarme, incluso muchos de los que me atacaron, saben que soy una mujer honesta y responsable, pero no les importó y eso obviamente genera tristeza. Pero, además, es claro que cada vez que alguien piensa distinto, el Presidente reacciona con descalificaciones, y eso solo profundiza la división del país. Pero, yo no voy a dejar de ejercer mi función por miedo. Estoy aquí para representar con firmeza a los huilenses y a Colombia.
¿Se ha sentido amenazada?
Más que amenazas directas, lo que duele es la forma como se busca estigmatizar, señalar, silenciar. Me han insultado en redes sociales, han querido desprestigiarme. Pero, tengo la conciencia tranquila, porque he actuado con respeto por la ley y con amor por Colombia. Los que me conocen realmente saben de mi responsabilidad e integridad, soy política eso es cierto, pero antes de política soy madre, soy hija, soy creyente e intento ser una buena persona. Y como mujer que soy, debo decirles que soy una política diferente que actúa con responsabilidad y amor por su gente. Por eso me duele el trato de quienes actúan solo con intereses políticos. No es fácil, pero seguiré adelante.

Precisamente, ¿vio como una retaliación la denuncia del presidente Petro en el consejo de ministros contra su hermano ingeniero civil por una obra de infraestructura?
Jesús Antonio, sin duda, fue un acto injusto. Me pregunto: si yo hubiera votado a favor de la reforma laboral, ¿estaríamos hablando de ese contrato? ¿Se habría mencionado en el consejo de ministros? Me duele que se use el poder para atacar a las personas. Es una muestra más de que el Presidente insiste en descalificar a quienes, en ejercicio de nuestro criterio técnico, libertad de conciencia y deber constitucional, archivamos el proyecto de reforma laboral. Por eso, con las senadoras Nadia Blel, Berenice Bedoya, Lorena Ríos y Ana Paola Agudelo dijimos que “nuestro compromiso con el país no se mide por la complacencia al poder, sino por la lealtad a la Constitución y a los ciudadanos que nos eligieron”. Subestima la fuerza de una mujer guiada por sus principios, conocimientos y convicciones.
¿Qué precisiones tiene que hacer frente a lo que se dijo en ese consejo de ministros?
Aunque he dicho que mi labor legislativa no tiene relación con obras o actuaciones de un familiar, pregunto: ¿Si hubiera aprobado el proyecto de reforma laboral, estarían cuestionando la existencia de ese contrato? ¿Lo habrían hecho público en el consejo de ministros? Pero además debo decirles que el contrato a que hacen alusión fue adjudicado en licitación pública, y a un consorcio, no se adjudicó a mi hermano John Jairo, directamente, como algunos insinúan. Solo en eso vemos la intención de dañar y engañar a la gente. Mi hermano aclaró en su momento que lo que hay no son incumplimientos del contratista, sino del fondo contratante. Pero vuelvo y repito: ¿por qué ese contrato solo se volvió noticia, bueno solo en el Huila, después de mi voto? Eso demuestra el interés de hacer daño y los hechos hablan por sí solos.
Aprovecho además para preguntarle por la consulta popular promovida por el presidente Petro, que ya anunció comités por el sí, ¿qué piensa?
Jesús Antonio, veo una intención política muy clara. A unos meses de una campaña electoral, proponer una consulta con un costo de $500 mil millones me parece irresponsable. ¿Cómo vamos a gastar eso cuando la gente no tiene ni acetaminofén en los hospitales? Hay que ser sensatos. Yo siempre priorizaré el bienestar de los colombianos.
Tanto el presidente Petro como el ministro del Interior Armando Benedetti, están casi seguros de que la plenaria del Senado va a aprobar la convocatoria a la consulta popular sobre la reforma laboral, ¿es así?
Es su derecho como Gobierno pensarlo, pero los congresistas no estamos para complacer al poder, sino para representar al pueblo. Analizaremos el proyecto con juicio. Ojalá no haya mermelada ni presiones. Esta debe ser una decisión pensada, no impuesta. Colombia necesita unidad, no más divisiones.
¿Ya tuvo la posibilidad de examinar la minireforma laboral que radicaron los liberales?
Celebro que se abra un nuevo debate. Estoy de acuerdo en mejorar condiciones laborales, pero con equilibrio, cuidando el empleo y protegiendo a los pequeños empresarios. El país necesita propuestas que generen oportunidades reales, sin más desempleo ni informalidad. Ojalá, podamos construir entre todos algo sensato y justo.
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