<p>El Kremlin ha condenado como «inaceptable» la <strong>detención temporal de una diplomática rusa</strong> en <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/francia.html»>Francia</a> y ha advertido que el incidente agavará «las ya deterioradas relaciones bilaterales» entre los dos países. El nuevo embajador francés en Moscú, Nicolas de Rivière, fue de hecho convocado para recibir una queja formal por la detención durante 24 horas ocurrida en el aeropuerto Charles de Gaulle de París.</p>
Moscú advierte de que el incidente diplomático agravará «las ya deterioradas relaciones bilaterales» entre los dos países
El Kremlin ha condenado como «inaceptable» la detención temporal de una diplomática rusa en Francia y ha advertido que el incidente agavará «las ya deterioradas relaciones bilaterales» entre los dos países. El nuevo embajador francés en Moscú, Nicolas de Rivière, fue de hecho convocado para recibir una queja formal por la detención durante 24 horas ocurrida en el aeropuerto Charles de Gaulle de París.
«Nuestra colega pudo finalmente entrar en el país, pero tuvo que pasar un día retenida por los servicios de fronteras del aeropuerto», se lamentó públicamente la portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Maria Zakharova. «No tenemos intención de dejar esta situación sin consecuencias», advirtió.
«Condenamos estas acciones de Francia y las consideramos inaceptables», declaró por su parte el portavoz gubernamental, Dimitri Peskov. «Esto agrava aún más nuestras relaciones bilaterales ya deterioradas».
El incidente ocurrió el pasado domingo, a la llegada de la diplomática al aeropuerto parisino, aparentemente para participar en un encuentro de la Unesco. Según las autoridades rusas, la funcionaria del Ministerio de Exteriores -que no ha sido identificada- tenía un visado en regla para entrar en Francia cuando fue detenida temporalmente, mientras la confiscaban el móvil y el ordenador.
Un empleado de la embajada rusa se desplazó hasta el aeropuerto para intentar aclarar la situación y tardó siete horas en poder ver a la diplomática, que fue puesta en libertad un día después y pudo entrar finalmente en el país, según la versión oficial rusa.
Maria Zakharova aseguró por otra parte que las autoridades francesas negaron la semana pasada el visado a Alexander Alimov, director del Departamento de Cooperación Multilateral Humanitaria y Relaciones Culturales, que pretendía asistir en París a una reunión de la Unesco.
«Francia está violando sistemáticamente sus obligaciones bajo la ley internacional como anfitriona de la Unesco y de otras organizaciones internacionales», aseguró la portavoz de Exteriores rusa. «Están negando regularmente los visados a las delegaciones rusas sin dar una explicación coherente».
El incidente ocurre con el trasfondo de las tensiones entre Moscú y París, agravadas desde el discurso del presidente Emmanuel Macron calificando a Rusia como «una amenaza existencial» para Europa. Macron acusó durante el fin de semana a Moscú de «burlarse» de la propuesta de paz norteamericana en Ucrania e instó a los aliados subir la presión sobre Vladimir Putin.
El pasado mes de octubre, el investigador francés Laurent Vinatier, que trabajaba para la ONG Centro para el Diálogo Humanitario con sede en Suiza, fue juzgado y condenado a tres años de cárcel en Moscú por recopilar información sobre actividades militares rusas sin estar registrado como agente extranjero. Vinatier se declaró culpable y pidió clemencia en ruso, recitando un verso de Alexander Pushkin sobre la virtud de la paciencia a la espera de días mejores.
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